La contaminación de las aguas es un problema muy serio que afecta a todos los países. Podemos hablar de dos tipos de contaminación hídrica: la contaminación natural, sin intervención del ser humano y la contaminación artificial o antrópica, que proviene de alguna actividad del ser humano. De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), el agua debe considerarse contaminada cuando “su composición o su estado están alterados de tal modo que ya no reúnen las condiciones adecuadas para el conjunto de utilizaciones a las que se hubiera destinado en su entorno natural”.
Contaminación natural del agua:
Corresponde a las alteraciones en la composición y distribución de ls aguas como producto de algunos fenómenos naturales, sin intervención del hombre.
a) Corriente marinas:
Las corrientes marinas son los movimientos organizados de masas de agua que siguen un recorrido geográfico permanente, que se caracterizan por una temperatura y una salinidad determinadas y alteran las cadenas tróficas de la vida acuática..
En Chile, el fenómeno conocido como la Corriente del Niño es un ejemplo de alteración de la cadena alimenticia, producto del aumento de la temperatura del agua. Cuando las capas superficiales del océano se calientan más de lo normal, las sustancias nutritivas del agua se agotan y el plancton muere irremediablemente. Los peces sin su alimento también mueren, lo que afecta, a su vez, a las aves que viven de los peces.
b) Mareas Rojas:
Las mareas rojas se producen en todos los mares y corresponde a un florecimiento súbito de enormes masas de plancton. El agua toma un color rojizo, debido al aumento excesivo de unos pequeños organismos llamados dinoflagelados. Algunos de estos organismos producen toxinas que se fijan a los tejidos de los moluscos que se alimentan del plancton, y resultan venenosas para muchas especies. Al consumir esos moluscos contaminados, el hombre puede intoxicarse gravemente.
La naturaleza limpia el agua
El ciclo del agua es el método natural de purificación por excelencia. En la naturaleza, la radiación solar calienta y evapora el agua de las superficies de los océanos y cursos de agua, logrando que los minerales y otras sustancias disueltas queden atrás. El vapor de agua sube y se condensa formando las nubes que, sometidas a cambios de temperatura, se precipitan y caen en forma de agua lluvia, nieve o granizo. El agua se incorpora al suelo, bien sea aumentando las aguas superficiales o infiltrándose hasta lugares profundos, para convertirse en agua subterráneas.
La purificación natural del agua se basa en:
• La evaporación seguida de la condensación que elimina casi todas las sustancias disueltas en el agua. Pero este proceso solo es efectivo cuando el aire está libre de gases contaminantes.
• La acción bacteriana que transforma los contaminantes orgánicos disueltos en el agua en compuestos sencillos que pueden degradarse (biodegradación).
• La filtración, a través de la arena y grava, que elimina la mayor parte de la materia en suspensión en el agua.
Depuración del agua
La presencia de una sustancia extraña en el agua, no es sinónimo de contaminación. Solo pueden llegar a serlo si la concentración en que se encuentra altera la calidad del agua, en forma tal que esta no cumpla con los requerimientos de calidad para el uso previsto.
Con el fin de controlar y reducir el impacto ambiental de las descargas de aguas solucionadas, se han construido centrales especializadas, llamadas plantas de tratamientos de aguas. Las primeras plantas de tratamiento se crearon para extraer los residuos fecales de las aguas. Sin embargo, la aparición de nuevos contaminantes impulsó la aplicación de tecnologías más avanzadas, donde la Química ha sido protagonista.
Potabilización del agua
En las plantas de potabilización se recibe el agua desde el curso de un río, se somete a un proceso de filtración y tratamiento y se distribuye a los hogares e industrias.
En el proceso de potabilización se distinguen los siguientes pasos:
Tamizado: Consiste en impedir el paso tanto de objetos sólidos, poniendo una gran malla metálica en la toma de agua.
Tratamiento previo con cloro: Se agrega cloro al agua. Este poderoso desinfectante mata los microorganismos que producen enfermedades, como la fiebre tifoidea, hepatitis y el cólera.
Coagulación o floculación: Se agregan al agua ciertos productos químicos que logran retirar la suciedad y otras partículas sólidas en suspensión. Estos productos son el sulfato de aluminio Al2(SO4)3 y el hidróxido de calcio Ca(OH)2 que, al ser vertidas en el agua, reaccionan entre sí y forman hidróxido de alumnio Al(OH)3, que es una sustancia pegajosa, parecida a la gelatina y que atrapa las partículas suspendidas en el agua.
Sedimentación: Proceso en el cual las partículas y suciedad atrapadas en la coagulación, caen en el fondo de los estanques, por acción de la gravedad.
Filtración: Se retiran gran parte de las impurezas que se mantienen todavía en el agua después de la coagulación y de la sedimentación por medio de un filtro de arena y piedras.
Tratamiento final con cloro: Se agrega cloro por última vez. Se ajusta la concentración de cloro (hipoclorito de sodio NaClO) para proteger el agua de la contaminación por bacterias.
Ela agua obtenida así es apta para el consumo humano. Contiene disueltas, en proporciones adecuadas, sales y otras sustancias útiles para el buen funcionamiento del organismo. También, se encuentra libre de bacterias y otros microorganismos patógenos. Todas estas características hacen del agua potable un líquido inodoro e incoloro, pero no insípido, ya que las sustancias disueltas le confieren un sabor agradable.
Planta de tratamiento de aguas contaminadas
Las aguas contaminadas son sometidas a tres tipos de tratamiento:
• El tratamiento primario consiste en la remoción de la materia orgánica particulada desde las aguas servidas o industriales, a través de un proceso de coagulación y sedimentación, donde los materiales contaminantes precipitan al fondo del agua. Esta operación deja libre al agua de un 35% de los contaminantes.
• El tratamiento secundario se tratan las aguas obtenidas del primer tratamiento, haciéndolas pasar a través de un tanque de aireación. Esta operación proporciona aire al agua de tal forma que ciertos microorganismos aeróbicos (que utilizan oxígeno) puedan descomponer la materia orgánica remanente y la transformen en dióxido de carbono CO2 y vapor de agua H2O. Una vez que los microorganismos y los residuos de materia orgánica parcialmente descompuesta se ubican fuera del tanque de sedimentación, regresan nuevamente al tanque de aireación donde son reutilizados.
• El tratamiento terciario consiste en un proceso químico que remueve del agua los contaminantes tóxicos, tanto orgánicos como inorgánicos que no fueron eliminados en las etapas anteriores, dejando el agua en un estado de 98% de pureza. Este tratamiento no siempre es aplicado debido a su alto costo.
En el presente, es imprescindible que los países cuenten con plantas de tratamiento que limpien el agua ya utilizada, antes de ser liberada a los cursos de agua naturales.
Es tarea de cada uno de nosotros el tomar las medidas necesarias para conservar este recurso tan vital.
Todos podemos preocuparnos de reducir el consumo diario de agua y mantener este recurso en óptimas condiciones si consideramos las siguientes acciones:
- Revisar regularmente las cañerías, llaves y sanitarios para evitar fugas de agua.
Tomar duchas cortas, de no más de 5 minutos. Se ha calculado que en una ducha de ese tiempo se consumen 65 litros de agua.
- Utilizar tapones para contener el agua en los lavatorios, lavaplatos o lavaderos, mientras se lava algún implemento; así se evita que el agua potable corra y se desperdicie.
- Hacer correr el agua de inodoro (WC) solo cuando ha sido usado. En cada vaciado del estanque se utilizan alrededor de 10 litros de agua. Más de 30% del agua que se consume en una casa se utiliza en este sistema de limpieza.
- Regar el jardín en las mañanas o al atardecer. Si el riego se realiza durante las horas de más calor se pierde una gran cantidad de agua por evaporación.
- Evitar la eliminación de sustancias tóxicas por el desagüe. Para esto, considera las siguientes medidas:
- No botar residuos sólidos a las aguas.
- No eliminar restos de pinturas por el desagüe. Este material contamina el agua con metales pesados como el plomo (Pb) y el cadmio (Cd); además, de solventes y aceites propios de su fabricación.
- Evitar el consumo de detergentes que contienen fosfatos, ya que producen eutrofización del agua.
- Consumir solo detergentes biodegradables.
- No utilizar el inodoro como basurero para botar remedios ni otros productos químicos.
- Disminuir, en lo posible, el uso de cloro y otros blanqueadores.
Bajo condiciones naturales, el aire puede contaminarse debido a fenómenos naturales, como erupciones volcanicas, corrientes de vientos e incendios forestales.
Las erupciones volcánicas constituyen una de las principales causas naturales de contaminación del aire. Los materiales que son expelidos a la atmósfera durante la erupción, pueden ser gaseosos, líquidos y/o sólidos.
Entre los productos gaseosos arrojados, los más importantes son el hidrógeno, el CO2, el metano (CH4) y diversos gases que contienen azufre, cloro y flúor.
También son lanzados grandes cantidades de vapor de agua que, al condensarse, originan precipitaciones que se mezclan con los demás gases y se distribuyen sobre el suelo. Esta agua de lluvia, altamente contaminada, arrasa con toda la vegetación existente y deja estériles los suelo.
Los materiales líquidos, que alcanzan temperaturas hasta de 1500º C, corresponden a productos sólidos en estado de fusión y reciben el nombre de lava. La lava desciende por laderas y valles formando verdaderos ríos que se solidifican en su recorrido. Entre los materiales sólidos expulsados durante la erupción, detacan las grandes cantidades de ceniza que se esparcen por el aire y que cubren importantes extensiones de suelo, con lo cual dañan seriamente los cultivos y la vegetación en general.
Los incendios que se producen en forma natural son otra causa de contaminación del aire, especialmente por las altas concentraciones de monóxido y dióxido de carbono (CO y CO2), humo, polvo y ceniza.
Diseminan en el aire diversos tipos de materiales. Las tormentas, por ejem`plo, movilizan grandes cantidades de polvo que se mantiene suspendido en el aire. Con la llegada de la primavera, la atmósfera se convierte en un medio de transporte de polen, semillas y esporas que, en algunas ocasiones, producen afecciones alérgicas.
El nivel de contaminación atmosférica está en directa relación con la cantidad de contaminantes emitidos al aire y también depende de las condiciones atmosféricas.
El viento dispersa los contaminantes; incluso la radiación solar y la humedad atmosférica promueven que estos reaccionen, agudizando sus efectos nocivos.
Una de las principales fuentes de emisiones de material particulado producidas por el ser humano proviene de los vehículos motorizados; otras son la quema de carbón y de diversas actividades industriales y agrícolas que liberan a la atmósfera metales finamente divididos, polvo, ceniza, residuos de pesticidas y fertilizantes, y otros. Estas éstas fuentes de contaminación se llaman fuentes antrópicas.
Para medir los efectos de los contaminantes, sobre la salud de la población, se han dictado normas de concentración máxima permitida (CMP) en el aire de todos los contaminantes. Estas medidas se han tomado para proteger la salud de las personas. El compromiso asumido consiste en mantener bajos los niveles de gases contaminantes, minimizando los efectos adversos. Esto posibilita que cuando los índices de contaminación sobrepasan la norma, entran a regir ciertas disposiciones de emergencia, cuyas prescripciones deben ser informadas a la ciudadanía. En consecuencia, se han determinado valores de concentración máxima permisible para proteger la salud humana. Esto se ha traducido en establecer restricciones de fuentes contaminantes móviles y fijas, cuando las estaciones de monitoreo de calidad de aire entregan resultados según la siguiente tabla:
mg/m3: es una unidad de concentración que indica microgramos por cada metro cúbico. 1g : 1.000.000 mg
2. Smog fotoquímico: El alto nivel de congestión vehicular es una de las principales causas de la formación del smog fotoquímico (del griego photo, que significa luz). Se percibe como una niebla que empapa el aire de un color amarillento y se forma cuando los óxidos de nitrógeno (NOx) y los hidrocarburos (RH) liberados por los automóviles experimentan una serie de reacciones activadas por la luz ultravioleta (UV) que provienen del sol. 3. Lluvia ácida: Debido a que el agua de lluvia disuelve el CO2 atmosférico, las precipitaciones son normalmente ácidas, ya que tiene un pH aproximado de 5,6. Sin embargo, el grado de acidez de la lluvia de la lluvia se elevado considerablemente en los últimos años. SO3 + H2O → H2SO4 ¿Sabías Qué? Los vehículos motorizados han llegado a ser parte indispensable de la vida de hoy; sin embargo, son los causantes de casi el 50% de la contaminación atmosférica, siendo la principal fuente de emisiones de monóxido de carbono (CO), óxidos de nitrógeno (NOx) y los hidrocarburos (RH). Para disminuir los índices de contaminación atmosférica, se han ido incorporando nuevos adelantos técnicos como el convertidor catalítico, que es un dispositivo que utiliza un catalizador de platino, paladio o radio para convertir las emisiones procedentes de la quema de la gasolina (CO, NOx, RH), en productos menos reactivos (CO2, N2, H2O).
Los gases contaminantes que llegan al aire debido a la actividad industrial, los vehículos motorizados, los sistemas de calefacción y muchas otras fuentes de contaminación, producen una mezcla gaseosa y de material particulado que, en sucesivas transformaciones, originan graves problemas ambientales como el smog industrial y fotoquímico, la lluvia ácida, la destrucción de la capa de ozono y el efecto invernadero.
Debido a las capas de inversión térmica que se producen en la atmósfera, en los días fríos y húmedos el smog industrial se torna más dañino para la salud.
Inversión térmica: La formación del smog, tanto industrial como fotoquímico, se ve favorecida por ciertas condiciones geográficas y meteorológicas. Por ejemplo, la ubicación topográfica y geográfica del valle donde se ubica Santiago. Los meteorólogos explican que normalmente en la troposfera la temperatura debiera disminuir a medida que aumenta la altura; así, el aire caliente, cercano a la superficie terrestre, se eleva y se mezcla con las capas superiores de aire frío. De esta forma el aire se renueva y los contaminantes se dispersan hacia arriba ayudados por las corrientes de aire verticales (figura: situación normal). Sin embargo, durante el invierno a veces ocurre una inversión de este patrón normal de temperatura: después de una disminución inicial, la temperatura del aire comienza a aumentar y una inusual capa de aire caliente se establece sobre la capa de aire frío, sin que esta pueda elevarse (figura: inversión térmica). En consecuencia, los contaminantes quedan atrapados bajo la capa de aire caliente hasta que las condiciones atmosféricas cambien. El efecto de la inversión térmica es aun más grave en ciudades rodeadas por montañas, ya que los contaminantes acumulados comienzan a sufrir reacciones fotoquímicas, formando el dañino smog fotoquímico.
El dióxido de nitrógeno (NO2) absorbe la radiación UV, sufriendo una compleja secuencia de transformaciones que forma productos tóxicos; uno de ellos es el ozono (O3) que, a nivel troposférico, constituye un serio contaminante del naire; este gas es un poderoso irritante de las vías respiratorias, razón por la cual los que padecen asma o enfermedades cardiovasculares son muy susceptibles a él.
La lluvia ácida se debe principalmente al incremento de olas emisiones de óxidos de azufre que, en el aire, se convierten en pequeñas gotitas de ácido sulfúrico (H2SO4), según las siguientes ecuaciones:
2SO2 + O2 → 2SO3
El trióxido de azufre una vez formado (SO3), una vez formado reacciona con el vapor de agua para formar H2SO4. Este ácido se concentra en la base de las nubes, aumentando el grado de acidez de las precipitaciones.
La lluvia ácida constituye un fenómeno sin límites geográficos más que ningún otro problema ambiental; los compuestos gaseosos emitidos son transportados por los cursos de los vientos y pueden generar lluvia ácida a miles de kilómetros de sus fuentes de origen, aun en otro país.
La precipitaciones ácidas tiene un impacto ambiental severo; cambian el pH del suelo, afectando los cultivos; acidifican lagos, ríos amenazando la conservación de la vida acuática; al mismo tiempo desintegran las edificaciones, especialmente las construcciones de mármol y de piedra.
4. Destrucción de la capa de ozono: Hoy se ha demostrado que una clase de compuestos sintéticos, denominados clorofluorocarbonos (CFCs), son los responsables de este problema. Los CFCs, como el CF2Cl2 y CFCl3, llamados comercialmente freones, son ampliamente utilizados en los aerosoles y en los sistemas de refrigeración y aire acondicionado.
Cuando los CFCs alcanzan la estratosfera, forman radicales cloro (Cl*) por la acción de la radiación UV, de acuerdo a la ecuación:
UV
CF2Cl2 → CF2Cl + Cl*
El radical cloro reacciona con el ozono (O3), produciendo el radical monóxido de cloro (ClO*) y oxígeno (O2); a su vez, el radical ClO* se combina con átomos de O2, formando nuevamente radicales cloro, los cuales pueden reiniciar la serie de reacciones, según las siguientes ecuaciones:
UV
Cl* + O3 → ClO* + O2
ClO* + O → Cl* + O2
O3 + O → 2O2 Reacción neta
Hoy este ciclo químico se ha identificado como el causante de cerca del 80% de la pérdida de ozono en la estratosfera.
5. Efecto invernadero: En los últimos años hay una creciente preocupación por el llamado calentamiento global del planeta.
La luz solar viaja a través de la atmósfera y va interactuando con moléculas gaseosas y material particulado, lo que previene que gran parte de esta radiación alcance la corteza terrestre. Así, del total de radiación solar, solo cerca del 50% es efectivamente absorbido por la superficie de la Tierra, y luego es reirradiado hacia el espacio, principalmente en forma de radiación infrarroja (IR). Por su parte, una amplia proporción de la radiación IR proveniente de la superficie es reabsorbida por los gases atmosféricos y luego reirradiada hacia la Tierra, antes de que pueda escapar hacia el espacio. Estos gases, que actúan tal como un panel de vidrio de un invernadero, se denominan gases invernaderos e incluyen el CO2, el vapor de agua, el metano (CH4), el óxido nitroso (N2O), el ozono y los CFCs.
El efecto del proceso de absorción y reirradiación de la energía IR hace aumentar la temperatura de la superficie terrestre, lo cual conduce a la desertificación, al deshielo de los casquetes polares, al aumento del nivel del agua de ríos y océanos y al desequilibrio climático.
Sin duda, éstas y otras medidas, contribuyen a que tomes conciencia sobre la relación que existe entre tu vida cotidiana y la necesidad de practicar acciones responsables para cooperar con el proceso de descontaminación del aire.
Existen varias teorías para explicar el origen del petróleo.
Hipótesis orgánica de Engler: Según esta teoría el petróleo proviene de zonas profundas de la tierra o mar, donde se formó hace millones de años. Esta teoría plantea que organismos vivos (peces, y pequeños animales acuáticos y especies vegetales), al morir se acumularon en el fondo del mar y se fueron mezclando y cubriendo con capas cada vez más gruesas de sedimento como lodo, fragmentos de tierra y rocas, formando depósitos sedimentarios llamados rocas generadoras de crudo. La acumulación de otras capas geológicas sobre estos depósitos formó la “roca madre” y generó condiciones de presión y temperatura lo que facilitó la acción de bacterias anaeróbicas para transformar lentamente la materia orgánica en hidrocarburos (compuestos de carbono e hidrógeno) con pequeñas cantidades de otros elementos.
El petróleo no se encuentra distribuido de manera uniforme en el subsuelo y para que éste se aculume, deben cumplirse algunas condiciones básicas: Debe existir una roca permeable para que, bajo presión, el petróleo pueda moverse a través de los poros microscópicos de la roca y debe existir una roca impermeable dispuesta en forma tal, que evite la fuga del petróleo y el gas natural hacia la superficie.
El material orgánico debe estar en abundancia para que se forme un yacimiento. Esta teoría es una de la más aceptadas ya que todos los yacimientos petroleros se han encontrado en terrenos sedimentarios y además en ellos, siempre se han encontrado restos fósiles de animales y vegetales.
¿Hidrocarburos?
Son compuestos orgánicos formados por átomos de hidrógeno y carbono solamente, los cuales se unen entre sí compartiendo electrones, formando un enlace covalente. Por lo tanto, los hidrocarburos se clasifican tomando en cuenta la forma de la estructura carbonada (el esqueleto de la la molécula) y los enlaces simples, dobles o triples que unen a los átomos de carbono. Por consiguiente, distinguir 3 grupos de hidrocarburos: acíclicos o alifáticos, cíclicos y aromáticos.
Hidrocarburos alifáticos: Son compuestos de cadena carbonada abierta que pueden presentar enlaces simples, dobles o triples. Por tanto, cuando los átomos de carbono se unen solo por enlaces simples, se denominan alcanos; si lo hacen con uno o más enlaces dobles, alquenos o alcenos, y si lo hacen con algún enlace triple, alquinos o alcinos.
Alcanos: CH4 Metano
Alcenos: CH2=CH2 Eteno
Alcinos: CH≡CH Etino o acetileno
Hidrocarburos aromáticos: Constituyen una clase enorme e importante de hidrocarburos y se basan el hidrocarburo llamado benceno, de fórmula molecular C6H6. Por tanto, son compuestos formados por ciclos que tienen varios enlaces dobles separados por enlaces simples. Esta característica les confiere propiedades especiales, razón por la cual se han clasificado separadamente
Hidrocarburos cíclicos: En estos compuestos, los átomos de carbono de la cadena están unidos en sus extremos formando ciclos o anillos. Dentro de los compuestos cíclicos hay compuestos que presentan más de un ciclo a la vez.
La gasolina: La cantidad de gasolina virgen (no refinada) obtenida en el proceso de fraccionamiento del petróleo, depende si este es asfáltico o parafínico y como la gasolina es el combustible que hoy tiene mayor demanda, siempre será insuficiente, aún cuando se destilen crudos parafínicos que contienen un 30% de gasolina. Por otra parte, las características de esta gasolina no cumplen con los requerimientos para el buen funcionamiento de los motores de automóviles. Frente a estos problemas, lo científicos e ingenieros han desarrollado una serie de procesos para producir más y mejores gasolinas a partir de otras fracciones de petróleo destilado.
¿Cómo funciona el motor del automóvil?
El motor de los automóviles es de combustión interna o a explosión pues el combustible se quema en el interior de él. Una mezcla de aire y vapor de gasolina se comprime por medio de un pistón y luego se enciende mediante una bujía. La combustión de la gasolina debe provocar una expansión fuerte y uniforme para que fuerce al pistón hacia fuera e imprima fuerza al eje del motor. Si el gas arde muy rápido se produce una detonación que hace que el pistón reciba un impacto violento y se reduzca la eficiencia del motor. Este efecto puede deberse a una mala regulación de la cantidad de aire que se mezcla con la gasolina o al tipo de gasolina que se está usando, que se caracteriza por su octanaje.
El índice de octano de una gasolina es una medida de su capacidad antidetonante. Las gasolinas que tienen un alto índice de octano producen una combustión más suave y efectiva. El índice de octano de una gasolina se obtiene por comparación del poder detonante de la misma con el de una mezcla de isooctano y heptano.
Al isooctano se le asigna un poder antidetonante de 100 y al heptano de 0. Una gasolina de 97 octanos se comporta, en cuanto a su capacidad antidetonante, como una mezcla que contiene el 97% de isooctano y el 3% de heptano.
La gasolina comercial: Como se dijo antes, la fracción de gasolina obtenida en la destilación de petróleo es insuficiente para satisfacer el elevado consumo y además sólo alcanza a tener un índice de octano entre 40 y 60, demasiado bajo para ser usado en motores modernos de combustión interna. Por ello, los científicos se vieron en la necesidad de desarrollar procedimientos para transformar los componentes de otras fracciones del petróleo en gasolina, es decir, remodelar las moléculas para lograr más y mejores gasolinas. Los procesos para estos fines son el Cracking, la Polimerización y la Isomerización.
Cracking: Consiste en el calentamiento, a altas temperaturas, de los aceites pesados de cadena larga, que contiene el petróleo, a fin de provocar la fragmentación de las cadenas, dando origen a otras más pequeñas. El cracking se ha mejorado al incorporarse catalizadores como el óxido de alumnio (Al2O3). El catalizador aumenta la velocidad de la reacción química pero no se consume en ella.
Isomerización: Es la reorganización de las cadenas de carbono lineales en otras ramificadas a través de la temperatura y de catalizadores. Con este procedimiento mejora la calidad de la bencina. Los hidrocarburos lineales se queman con mucha rapidez originando detonaciones que pueden dañar el motor, mientras que los ramificados tienen una combustión más adecuada.
De lo anterior se puede inferir que la gasolina comercial es una mezcla de gasolina natural con diferentes porcentajes de gasolina obtenida mediante los procesos mencionados. Para mejorar el octanaje de estas mezclas se agregan compuestos llamados antidetonantes como es el tetraetilplomo (TEP). Basta agregar una pequeña cantidad de TEP para elevar el índice de octano en 20 unidades.
De ahí proviene la nominación de gasolinas con plomo y sin plomo. Las gasolinas con plomo resultan más económicas que las sin plomo, pero desgraciadamente, auque este aditivo es muy buen antidetonante y barato, es un compuesto tóxico y la eliminación de compuestos de plomo por el tubo de escape causa un grave problema de contaminación ambiental. Sin embargo, el hecho de que una gasolina no contenga plomo, no significa que no sea contaminante. El smog producido en el ambiente proviene principalmente de hidrocarburos no quemados, del monóxido de carbono CO y de los óxidos de nitrógeno NOx. Para reducir la emisión de estos gases, se han incorporado a los automóviles, los convertidores catalíticos cuya misión es transformar estos gases contaminantes en otros gases menos contaminantes entre los cuales están el CO2, H2O y N2.
Por ahora es evidente la necesidad de utilizar el petróleo como combustibles, pues todavía no se han implementado total y masivamente en el mundo otras fuentes energéticas alternativas, ya sea por problemas de desarrollo tecnológico, económico y/o resistencia a los cambios de parte de la población, ya que sabemos que cualquier innovación siempre cuesta incorporarla a nuestros arraigados sistemas de vida.
Se esta investigando en el desarrollo de baterías livianas y eficientes para automóviles que sustituiriá el uso de la gasolina por energía eléctrica. La energía solar es también una buena solución para calentar agua, temperar los hogares, cocer alimentos e incluso para producir electricidad. Otra forma de energía utilizable es la biomasa, la que se produce a partir de productos vegetales como leña, aserrín desechos agrícolas, papales y cartones. En Chile el 15% de las necesidades energéticas son cubiertas por este tipo de energía. Se utiliza para calentar cocinar y en centrales termoeléctricas.
El biogás es otro recurso energético alternativo y se obtiene a partir de la descomposición por bacterias anaeróbicas de los desechos orgánicos como estiércol de animales o desechos agrícolas. El biogás es una mezcla de gases, metano (CH4), dióxido de carbono (CO2), hidrógeno (H2), nitrógeno (N2) y sulfuro de hidrógeno (H2S), por esto es un combustible económico y renovable, utilizable en motores, industrias y hogares. El biogás es muy importante en países en vías de desarrollo y en los industrializados se está considerando como una alternativa al petróleo.
En Chile se han realizado experimentos pilotos de biodigestión de depósitos de basura y rellenos sanitarios de la Región Metropolitana.
Existen, además, otros tipos de energías como la eólica, la geotérmica, y la energía nuclear.
Se sabe que el petróleo no se encuentra distribuido homogéneamente en el mundo. Existen más de 30 mil campos petroleros en el planeta.
Hasta ahora, sólo 33 de ellos constituyen yacimientos, 25 de los cuales están ubicados en el Medio Oriente o sea el 1% de la corteza terrestre contiene más del 60% de las reservas mundiales.
Chile no posee yacimientos suficientes para autoabastecerse de petróleo. Sólo es capaz de hacerlo en un 20%, por lo que para cubrir las necesidades que el país requiere debe comprar petróleo crudo en el mercado internacional, principalmente desde países de la región como Venezuela.
Luego, las diferentes empresas que operan en el país se dedican a la adquisición de crudo, refinación, venta y transporte de productos derivados, como son los combustibles y los productos petroquímicos para la fabricación de plásticos.
La producción promedio diaria a nivel mundial de petróleo, se encuentra expresada como MBPD (miles de barriles de petróleo diesel).
Es difícil estimar cuanto tiempo tendremos petróleo en el mundo por que no sabemos si se descubrirán y explotarán nuevos depósitos ni cuál será el ritmo de consumo en los próximos años. Es probable que cuando empiece a escasear, el precio suba y entonces el mundo se empeñe en buscar fuentes energéticas alternativas y así disminuya su consumo.
La vida se desarrolla en la biosfera o esfera de la vida. Reconocemos en ella la atmósfera que rodea el suelo terrestre o geosfera, donde se sustenta una gran masa de agua o hidrosfera. Podemos encontrar al agua en pequeñas gotas suspendidas en el aire, en los ríos y mares, en los hielos de los icebergs, en los organismos vivos y en muchos otros lugares.
Tal como lo planteara, en el año 1922, el biólogo y químico ruso, Alexander Oparin “El agua es la cuna de la vida surge la materia orgánica capaz de crear a los seres vivos”.
Distribución del agua en la Tierra
Aguas oceánicas:
Dicho de otro modo, el extremo positivo de una molécula de agua resulta fuertemente atraído por el extremo negativo de otra molécula de agua cercana de forma que con las moléculas del entorno próximo se forman redes de moléculas unidas entre sí a través de un tipo de enlace especial llamado enlace por puente de hodrógeno.