El petróleo es un recurso energético fósil no renovable del cual el ser humano, especialmente desde el siglo XX, ha obtenido un gran provecho. Este líquido oleoso, de color oscuro, olor fuerte, que flota en el agua, que se ha formado bajo la superficie de la tierra, que se ha denominado “petróleo crudo”, simplemente “crudo” y también “oro negro”, es en realidad un recurso de un valor incalculable.
En efecto, cada día usamos los productos derivados del petróleo crudo principalmente como combustibles y otras formas. Por consiguiente, se podría decir que nuestra forma de vida depende de la existencia del petróleo y que estamos tan habituados a disponer de estos productos y quemarlos que no apreciamos el hecho que son productos no renovables, por lo que resulta necesario usarlos con racionalidad y economía para que sus reservas duren lo más posible.
Historia
Desde la Prehistoria se conocieron depósitos superficiales de petróleo, así, el hombre del paleolítico usaba la brea o alquitrán en sus construcciones. En la Biblia se menciona también como betún o como alquitrán (Génesis) y por mucho tiempo se empleó para el calafateado de los barcos y fabricación de antorchas.
También utilizaron el crudo las grandes civilizaciones antiguas, hace más de 2000 años.
Durante el renacimiento se destilaba el petróleo para obtener lubricantes y productos medicinales, pero la verdadera explotación del petróleo comenzó en el siglo XIX. Los cambios sociales que provocó el devenir de la Revolución Industrial, exigieron la búsqueda de un aceite combustible de buena calidad y barato para las lámparas en reemplazo del aceite de ballena que resultaba excesivamente caro y cuyo consumo estaba provocando la extinción de estos animales.
La Invención del Automóvil y las necesidades energéticas de la I Guerra Mundial convirtieron a la industria del petróleo en uno de los cimientos de la sociedad industrial.
0 comentarios
Publicar un comentario